A partir de hoy cambiaré la rutina de escribir mi comentario al principio, en lugar de al final (que seguro que muchos ni leíais...:( ) Pero bueno, solo era para comentaros dos cosas... ¡¡Tatatatatataaaaaaan!! Hhahahaha
A ver, primero de todo, os quiero decir que si vais a este blog:
Os encontraréis con una fantástica novela que hasta el momento me está encantando, os la recomiendo miiiiiil veces, no os arrepentiréis si la leéis; si hasta me lo agradeceréis y todo que os la recomendara!! jejeje
Pues eso pasaros ( Y no es una opción, es una orden dururururu ;) )
Vale, y, ahora, mi otra noticia.................................................El tráiler de "Me hacen gracia los guiris" (que en la barra lateral de mi blog también lo encontraréis, junto al tráiler de "Between sugar and love" hecho por mi Sarii) Este tráiler, tengo que decir que lo he hecho yo, pero que quiero decirle a Sara que, realmente, este tráiler ha sido un experimento, porque me aburría y lo probé de hacer yo, pero para mi próxima novela, creo que te volveré a pedir ayuda, yo no sirvo mucho para esto... Pierdo la paciencia *_____* Aún así, espero que os guste muchísimo y valoréis mi esfuerzo :3
Gracias, gracias, gracias por seguir leyendo <3
Y sin retrasarlo más........
CAPÍTULO 5
Después de mi confesión a Simon, no tardó mucho en irse, estuvimos hablando de pocas cosas y sin demasiada importancia, aunque la despedida fue un poco... Chocante para mí.
"- Creo que mañana me voy arrepentir de habértelo dicho pero... Me ha gustado tu compañía esta noche, gracias.- Le digo a Simon mientras él ya está en el umbral de la puerta de entrada a mi casa preparado para marcharse.
- De nada, yo también me lo he pasado bien.- Se gira y me mira.- Pero espero que la próxima vez que me pidas que me quede junto a ti no sea porque me utilizas, sino porque me necesitas verdaderamente a tu lado."
Y dicho esto se fue. Me dejó con la respiración acelerada sin saber qué responderle o cómo reaccionar delante tales palabras dirigidas a mí.
Sin saberlo, la noche anterior descubrí a un Simon lleno de sorpresas, del cual nunca sabes lo que te espera estando junto a él, pero a la vez, descubrí algo más... A parte de que me moleste su constante acoso, no me molesta su compañía. Difícil de entender para mí y todo, pero este chico me hace sentir viva en todos los sentidos. Supongo que este detalle es porque me hace tener alerta cualquiera de mis sentidos para intentar descubrir su próximo movimiento.
Y aquí estoy yo, acabando de entregar un examen y siguiendo pensando en él y en sus palabras, que hicieron que estuviese sin pegar un ojo en toda la noche.
En mi cabeza tengo demasiados líos, pero hay uno que destacaba como una lucecita naranja parpadeando diciéndome "alerta". Mi gran preocupación era él, él y el poder de atracción tan fuerte que me hacía pensar en él minuto sí , minuto siguiente también.
Caminando por los pasillos del edificio me encamino a la puerta de salida para irme directamente a casa y echarme un rato la siesta. Hoy he terminado dos horas antes así que voy perfectamente de tiempo. Empujo la puerta de la salida y cuando pongo mi pie en el primer escalón para bajar las cortas escaleras que dan la bienvenida al campus universitario oigo su voz:
- Y ¿esas prisas? ¿Tan mal te ha ido el examen?- Me giro y lo enfronto de cara.- Uuuh... Con esa cara que llevas seguro que te ha dejado el novio.
- Ya sabes que no tengo novio.- Protesto cruzándome de brazos.- ¿Qué quieres?- Pregunto un poco asqueada de sus apariciones fantasmas.
- A ti, te quiero a ti, hermanita.- Se me acerca con las manos en los bolsillos haciéndome cara de niño bueno.
- Mmmmh... Interesante respuesta, pero tengo que decirte que yo quiero mantenerme apartada de ti y de tus líos, así que si quieres y te va mejor vuelve a desaparecer por un año y vuelve cuando haya pasado. O mejor, si quieres puedes tardar diez, veinte, hasta treinta años si te va bien en volver a hacerme una visita. Ahora, lárgate Sergio, no tengo humor para aguantarte.
- Sabes, Laurita...
- Que no me llames así...- Le hago una mirada asesina y sigo hablando.- O si quieres también te llamo yo a ti Sergito, ¿eeh? ¿Qué te parece?- Sigo mirándolo fijamente y con los brazos cruzados.- ¡Oh! No, lo olvidaba. Mejor será que no te llame así o tu reputación de chico malo se borrará, ¿No es verdad?
- Vaya, vaya...- Murmura divertido.- Encima de mentirosa; malhumorada.- Hace un gesto de negación con la cabeza.- Será mejor que empieces a cambiar, cariño.
- ¿Yo tengo que cambiar?- Le mio con cara de incredulidad.- Y ¿A que viene llamarme mentirosa? En ningún momento te he mentido yo, pero dalo por seguro que si hubiese tenido la oportunidad de hacerlo no dudes que lo hubiera hecho. Mejor mentirte y apartarme de ti que estar a tu lado.- Me giro y sigo bajando las escaleras a gran velocidad.
- Vale, tienes razón...- Me dice él, y yo sin poder creerme lo que me está diciendo me giro hacia él y espero que siga hablando para entender lo que dice.- Tampoco es fuera una mentira muy grave lo que me has dicho pero... Vamos a ver, ayer hablé con tu novio, así que no me digas que no tienes uno, porqué no es verdad.- Me explicó.
-¿Mi...Mi qué?- Le pregunto frunciendo el ceño.
- ¡Oh! Laura el chico de ayer. ¡No vayas a hacerte la santita ahora!- Se me queja él.- Estuve hablando con él después que saliera de tu casa.
- ¿¡Que qué!?- Sigo alucinada.
- Bueno, Laura, quiero volver a formar parte de tu vida así que estuve hablando con él y me contó que hoy tenías examen y que te podía encontrar aquí. No me dijo nada más así que no te enfades con él, parece buen chico...- Dijo con un tono un tanto sarcástico.
- Buen chico...- Repito sus palabras con incredulidad.- Ya hablaré con él cuando lo encuentre pero... En cuanto a ti, Sergio, no quiero saber nada de ti ahora mismo. Desaparece otra vez y deja que retome mi vida tranquilamente.
- ¿Tu vida?- Da un paso para acercarme pero yo doy otro para distanciarme de él tanto como él se acerca.- Tu vida también es mi vida. ¿Crees que no me preocupa lo que hagas? ¿Dónde vas? ¿Con quién te juntas? ¿Tus sentimientos? Me importas, Laura, eres mi hermana pequeña y quiero cuidarte.
- ¿Ahora quieres cuidarme? ¡Has tenido toda una vida para hacerlo y lo quieres hacer ahora! ¡Maldita sea! Hubo momentos que te necesitaba a más no poder, necesitaba tu calor y tus palabras haciéndome creer que todo iba bien, y ¿Quieres que te diga cuantas veces lo has hecho? ¿Quieres saberlo?- Le grito.
- Laura...-Cierra los ojos como si mis palabras le dolieran.
- ¡No! ¡Vete! ¡Desaparece! Y... por favor, déjame en paz.
Dicho esto, no espero una respuesta por parte de él, me voy molesta y casi corriendo intentando, de esta manera, que Sergio no me persiga y entienda que no puedo estar junto a él, no después de lo que me hizo no quiero tener nada que ver con él. Mi enfado también repercute en la actitud de Simon, ¿Por qué tuve que hablarle a Sergio sobre mí? No tenía ningún derecho después de que yo le contara toda la verdad sobre mí.
Cruzo la esquina del campus y voy hacia la boca del metro. ¿Por qué no me deja en paz y desaparece como ha hecho hasta ahora? Preguntas como esta dan vueltas en mi cabeza. Perdida en mis comidas de tarro choco con alguien.
- ¡Dios! Lo siento.- Digo sobresaltada al ver como todas las cosas de la persona con la que he chocado están al suelo.
- No es nada.- Me responde con un acento...
No puede ser, pienso. Levanto mi mirada y me encuentro con unos ojitos azules adorables junto a un rostro angelical. Sonrío, es el chico con el que siempre está Simon y que siempre va vestido raro. Mientras le ayudo a recoger las cosas del suelo me fijo en cómo va hoy vestido; tampoco va mal, lleva un polo blanco, junto a un sombrero del mismo color. No es que destaque demasiado hoy... Espera... No, retiro lo dicho, lleva unos pantalones pitillo con la bandera inglesa dibujada en ellos. Es sorprendente como puede ir este chico vestido.
Nos levantamos del suelo y le entrego dos libros que he recogido.
- Gracias.- Me dice él.
- No te preocupes, ha sido culpa mía.
- Espera...- Me pide él cuando yo ya estoy a punto de irme.- Tú, ayer, estabas al bar junto a Pablo y Clara, ¿Verdad?
- Sí, me alegra que alguien se diera cuenta al menos, al irme nadie se fijó en que me iba...- Me quejé un poco en tono de niña pequeña.
- ¡Dios! Lo siento.- Digo sobresaltada al ver como todas las cosas de la persona con la que he chocado están al suelo.
- No es nada.- Me responde con un acento...
No puede ser, pienso. Levanto mi mirada y me encuentro con unos ojitos azules adorables junto a un rostro angelical. Sonrío, es el chico con el que siempre está Simon y que siempre va vestido raro. Mientras le ayudo a recoger las cosas del suelo me fijo en cómo va hoy vestido; tampoco va mal, lleva un polo blanco, junto a un sombrero del mismo color. No es que destaque demasiado hoy... Espera... No, retiro lo dicho, lleva unos pantalones pitillo con la bandera inglesa dibujada en ellos. Es sorprendente como puede ir este chico vestido.
Nos levantamos del suelo y le entrego dos libros que he recogido.
- Gracias.- Me dice él.
- No te preocupes, ha sido culpa mía.
- Espera...- Me pide él cuando yo ya estoy a punto de irme.- Tú, ayer, estabas al bar junto a Pablo y Clara, ¿Verdad?
- Sí, me alegra que alguien se diera cuenta al menos, al irme nadie se fijó en que me iba...- Me quejé un poco en tono de niña pequeña.
- Claro que me dí cuenta que estabas allí. ¡Cómo para no hacerlo!- Exclama él.
- ¿Cómo?- Pregunto confusa sin entender sus palabras.
- No nada.- Hace un gesto con la mano para restarle importancia.- Es difícil que me olvide que estabas allí, Simon lleva toda la noche hablando sobre ti.- Me sonríe sincero.
- Así que Simon te ha hablado de mi...- Murmuro divertida. Pero esta diversión dura poco al acordarme de las palabras de Sergio sobre él y se me pasan las ganas de seguir sonriendo.- Bueno, supongo que nos veremos pronto.- Hablo cortésmente.
- Eso espero, si no, ya tendré a Simon para que me hable de ti.- Sigue mostrándome una hermosa sonrisa.- Por cierto soy Tom- Se acaba presentando.
- Yo Laura.- Le digo otra vez, sonriéndole sinceramente. ¿Qué poder debe tener este chico para que me muestre tan tonta e indefensa delante de su rostro de ángel?
- Sí, dalo por seguro que lo sé.- Termina diciéndome él.- ¡Nos vemos!
- ¡Adiós!
**********
Llevo media hora en la recepción del hotel esperando tener la oportunidad de hablar con Simon y... ¡Dios! Poder mostrarle lo cabreada que estoy por que hiciera lo que hizo.
- ¡Bú!- Oigo alguien detrás mío que hace que me sobresalte.- Alegra esa cara, Laura, que das miedo. Parece que vayas a matar alguien.- Giro la cabeza y me encuentro con Clara que va a sentarse a su silla.
- ¡Oh! Créeme eso es lo que pretendo hacer en cuanto le vea...- No tengo tiempo de seguir contándole a Clara mis planes porque veo mi objetivo.- ¡Tú!- Le grito, llamando la atención de las personas que se encuentran en recepción.
Simon se sobresalta y también mira en mi dirección y, cuando se da cuenta que mi grito iba dirigido a él, sonríe y se me acerca.
- No sabía que me habías echado tanto de menos- Me dice de forma egocéntrica.
- ¡Sí, no sabes cuánto te he echado de menos, he sufrido tanto solo para poder verte y decirte que eres un imbécil!- Le miro enfurecida al mismo tiempo que él arruga la frente confuso.- Pero Tú ¿¡Quién te crees para decidir por mí y hablarle a Sergio!? ¿Acaso me preguntaste si yo quería verlo? ¡Te lo conté todo, confiando en ti y tú me haces esto! Eres el ser más...
- Laura- Abre la boca él parando mi discurso.-, lo siento.
- ¿¡Qué lo sientes!? - Pregunto irritada.- Tú no tienes idea de nada, no tenías el derecho de entrometerte en mi vida y hacer con ella lo que te apeteciera. Es MI vida, dejadme en paz todos y dejad que pueda hacer y decidir por mí sola. ¡Estoy harta! Así que ni se te ocurra volver a intervenir por mí en una decisión que solo depende de mí y de nadie más, porque ver a Sergio solo dependía de si yo quería o no y tu decidiste por mí sin dejar que yo pudiese escoger qué hacer. Y, la verdad, ahora sé que no quiero verlo, ni a él ni a ti, no quiero que vuelvas a dirigirme la palabra y... Ten por sentado que nunca voy a pedirte que te quedes a mi lado, es más, quiero que desaparezcas.- Suelto mis últimas palabras notando como escuecen mis ojos.
- Creí que te ayudaría.- Suelta sin más.
- Qué gracioso, porque has conseguido todo lo contrario.
Me giro y me voy decidida a los vestuarios de los empleados, no sin antes encontrarme de frente con Ricardo.
- Laura.- Me llama éste.- En cinco minutos a mi despacho.- Me ordena.
Ricardo es el encargado general, el que se ocupa de mantener un orden entre los clientes y los empleados, y, también, mi jefe, el que ha presenciado la escena entre Simon y yo.
Me veo perdida, este día no podía ir peor... Ya me veo a la calle, despedida....
CONTINUARÁ :3
No hay comentarios:
Publicar un comentario